Un super héroe sin su capa pasa desapercibido, tu producto se merece ser poderoso y llamativo frente a las amenazas del mercado. Por eso un buen diseño de productos puede marcar la diferencia entre ser reconocido y pasar desapercibido.
Un factor diferenciador
El factor mas relevante de diferenciación entre productos es su diseño, el modo en el que se presentan al mundo. Solo hay que pensar en el caso de Apple, que pasó de ser una empresa con problemas de supervivencia en los años noventa a ser una de las marcas más valiosas del mundo cambiando de estrategia, añadiendo el diseño como uno de los motores diferenciales de sus productos.
Y es que el diseño no es solo un elemento más dentro del producto y de la estrategia, sino que funciona de un modo mucho más completo y mucho más complejo. El diseño del producto es mucho más poderoso y tiene un impacto mucho mayor. El diseño puede cambiar por completo la relación que el consumidor establece con el producto que está comprando.
No es simplemente el capricho por hacer algo bonito. Es, en realidad, un elemento que puede ayudar a crear valor financiero para la marca y, sobre todo, un elemento que se puede convertir en un poderoso aliado para los marketineros a la hora de posicionar y potenciar la marca.