Por eso, ya son muchas las marcas que apuestan por optimizar su web y ofrecer la mejor estética junto con los mejores contenidos para visibilizarse ante su público objetivo.
Pero esta labor de seguimiento puede convertirse en una misión titánica si no se definen claramente los objetivos y se cuenta con las herramientas adecuadas para extraer el mayor rendimiento a esta información. Este factor tiene que ver con el contenido o con las posibilidades que ofrece la web. No se centra en lo visible, sino en aquello que no se ve a simple vista pero que desempeña la programación del sitio y todo lo que engloban sus funciones y características. Por ejemplo, las aplicaciones de base de datos, el comercio electrónico o los sistemas de gestión de contenidos.